Capítulo XII ¡LO HARÉ LO HARÉ LO HARÉ! de CLAUDE BRISTOL en EL PODER ESTA EN USTED






XII

¡LO HARÉ - LO HARÉ - LO HARÉ!

Si por ahora no tiene el deseo de mejorar su posición individual en la vida, más vale que deje de leer y queme esto. Pero si está inflamado de la nueva resolución de llegar, entonces puedo asegurarle que va camino del progreso.

Algunos tipos de individuos leerán un libro como éste (como han leído La Magia de Creer, y libros similares), con sus reservas mentales. Muchos de ellos conocen toda clase de istmos; están iniciados en los temas ocultos, las filosofías hindúes; han tratado de espiritualizarse mediante dietas caprichosas, toda forma de renunciamiento, sublimación sexual, etcétera; se han expuesto a la "psicología práctica", la unidad, astrología. Saben todo lo conocido y, sin embargo, no les ha servido de nada.

Tales gentes escriben para decir, no sin cierta amargura: "Yo he tenido escasos resultados con el estudio de la metafísica, aunque la culpa no era mía, pues no soy un buen estudiante, una persona inteligente, y no comprendo perfectamente los principios de la metafísica. Siento confesar que no saco nada de los métodos expuestos en su libro".

No son palabras mías; ésta es la cita directa de una carta entre las muchas recibidas de hombres y mujeres bien intencionados que han leído todos los libros de religión, metafísica y filosofía, tratando de probarse a sí mismos que en ellos no hay nada que les sirva. Desean ayuda desesperadamente, pero su actitud mental y emocional es tal que no consienten que se les preste ayuda. Son intelectualmente superiores a cuanto estudian; se dicen: "Esto no me va a servir", aun cuando lean una sugerencia o una técnica que ha obrado milagros en miles de otras personas.

Esos seres son perfeccionistas, que buscan las faltas, las inconsistencias, la falacia de todo, más que los puntos constructivos que podrían aplicarse a la resolución de los problemas y a corregir las desdichadas condiciones de sus vidas.

Subconscientemente les ha ocurrido algo a estos seres, lo cual les ha hecho querer seguir siendo "niños-problemas" para sí y para los demás. Es un modo de llamar la atención, de conseguir que los compadezcan, de vengarse de sus padres o de algunos que creen que no se han portado bien con ellos. Para tranquilizar su conciencia, por no saber hacer frente a la vida como debieran, continúan estudiando metafísica, para probar que no hay remedio para ellos, "por mucho que se esfuercen".

Una mujer de ese tipo me confesó:

—He recibido fuertes golpes, unos tras otros. Siempre he tratado de mejorar las condiciones de mi vida, mediante la metafísica y la oración, pero no he tenido éxito. Puedo hacer que las condiciones mejoren al principio, y al parecer las cosas van a arreglarse y voy a ser feliz, pero siempre sucede algo, y entonces mi vida vuelve a ser monótona, trágica y absurda como de costumbre, sólo que va empeorando gradualmente. Por ahora, la tragedia, la desdicha y la soledad son la idea fija de mi conciencia, y no puedo disiparla, por mucho que quiera.

Claro que es difícil que nos veamos tal como los demás se ven, en perspectiva exterior, tener una valuación impersonal de lo que nos estamos haciendo mediante nuestro pensamiento equivocado, que ha contribuido a las condiciones desdichadas que continuamos atrayendo. Esta misma mujer pasó a decirme:

—No es cierta su declaración de que una persona debe hacer siempre algo por el prójimo, porque ello es conveniente. Desde niña he estado haciendo bien al prójimo, pero nadie ha hecho nada por mí. La gente ha entrado en mi vida, con el pretexto de la amistad, aceptando y aprovechándose de mi hospitalidad y mi generosidad. Prácticamente, todos esos supuestos amigos, resultaron ser unos abusadores. Hay más verdad en el antiguo dicho: Abusar es lo humano que en el versículo de la Biblia: Lanzad vuestro pan a las aguas, y al cabo de muchos días, lo recobraréis. Yo he lanzado toda mi vida panes a las aguas, y hasta ahora no me los han devuelto. Es evidente que alguien me los quita antes de que lleguen a mí.

¿Advierten la falsedad de sus razonamientos? No puede hacerse un bien calculado a otra persona, esperando algo en pago. Esta no es forma de dar.

Tampoco puede ayudarse a los que no quieren nada. Ellos se ofenderán y con razón. Cuando hay gente que se pone amable sin razón aparente, uno siente recelos. Uno se dice: ¿Por qué están tratando de obligarme? ¿Qué es lo que esperan lograr a cambio?

He oído decir a muchas personas: "Después de todo lo que yo he hecho, ¿se imaginan que Fulano de Tal me haya tratado así?

Hay veces en que los amigos y parientes, consciente o inconscientemente, se aprovechan de nosotros, pero hay otras en que nosotros, erróneamente, esperamos demasiado y nos pagan con nuestra misma moneda.

Esta mujer, y muchas de ellas, subconscientemente "esperan lo peor, aunque aspiran a lo mejor", y claro está que a su debido tiempo sucede lo peor, porque éste es el pensamiento más fuerte y cargado de emoción de su mente. Esta magnetizó las malas condiciones, no las buenas, y por lo tanto hizo que "ese algo", el poder creador interior, produjese una perpetuación de las desdichadas experiencias pasadas. Espera que la gente sea desconsiderada, se aproveche de ella, no la ayude cuando lo necesite, y hace que la ley creadora de la vida se vuelva infaliblemente en contra de ella. Incluso imagina que alguien le quita el pan que ha arrojado a las aguas antes de que vuelva a ella.

¿No es éste un inspirado ejemplo de imaginación? ¿Qué puede esperarse de tales imaginaciones? ¡Desde luego no un pan, ni siquiera unas migajas!

Los que han comprendido el modo en que la mente funciona, ¡comprenderán que esta desdichada mujer es un ejemplo clásico de alguien que hace que el poder interior opere a la inversa.

Hay una gran falsedad en el pensamiento de esta clase de seres. Si pudieran darse cuenta de ello, se librarían de su pensamiento erróneo, de sus ideas fijas, y se librarían en seguida de sus dificultades. Se trata de lo siguiente: La gente que sostiene que nunca ha podido lograr que sus poderes intelectuales superiores actúen a su servicio, ha hecho por el contrarío, gracias a su pensamiento erróneo, que dichos poderes actúen contra ella. Ha hecho que dichos poderes le ocasionen fracasos en lugar de éxitos, miseria en lugar de felicidad.

¿ESTÁ USTED USANDO EL PODER INTERIOR CONTRA USTED MISMO?

Pregúntese ahora, franca y honradamente, ¿ha estado haciendo esto en todo o en parte? Si lo ha hecho, ésta es la raíz de sus inconvenientes. No ha querido reconocer que ha estado haciendo un mal uso de sus fuerzas vitales, de sus poderes mentales superiores Pero usted sólo dispone de un poder, y tiene que usarlo para el bien o para el mal, como resultado de sus pensamientos, de toda imagen emocional que lleve a su conciencia.

Cambie su modo de pensar e inmediatamente comenzarán a variar sus circunstancias. Cambie la dirección de su imán, y el campo en torno de él cambiará automáticamente. Si usted vacila entre el bien y el mal, pierde lo que ha ganado y da lugar a un triste resultado. Hay que conservar el magnetismo sobre lo que uno desea hasta que haya sido recibido. Esto requiere un ejercicio de voluntad, una determinación desarrollada, una resolución de llegar hasta él fin, de conservar el pensamiento constructivo, la imagen mental adecuada, todo el tiempo que sea necesario para permitir a "ese algo", el poder constructivo interior, alcanzar su objetivo.

¡Lo haré, lo haré, lo haré!

¡Repítase esto, una y otra vez, con toda seriedad! Mire al espejo y dígalo. Escríbalo y léalo. Dígalo en alta voz, cuando vaya a salir para dedicarse a sus actividades diarias: "¡Lo haré, lo haré, lo haré!" Haga que esta resolución entre a formar parte de su conciencia, adquiera tal determinación interior, que nada pueda conmoverla.

Un negro estaba tratando un día de hacer que se moviera una pesada mula. Probablemente conocerá usted la historia. Su amo vino y le dijo: 

—George, ¿por qué no empleas tu fuerza de voluntad con esa bestia?

George movió la cabeza.

—Lo he intentado y no sirve de nada. La mula está usando la suya en sentido contrario.

— ¿No está empleando su poder interior negativamente? ¿No se dice, en lo más profundo de su ser, que debido a los fracasos pasados, es inútil probar? Si lo hace, está matando en su raíz el poder de la voluntad. No puede decirse, claramente lo haré; cuando hay algo en su interior que repite: "No puedes... no puedes"

Lo más difícil en este mundo es ayudar a la gente que dice desde el primer momento: "¡No puedo... no puedo!"

La voluntad negativa es el poder de voluntad invertido. Se pueden obtener resultados en ambos sentidos, porque cada cual servirá infaliblemente, cuando se apela a ellos. Pero la voluntad negativa no puede traer nada, mientras que la voluntad positiva puede traer todo. Entonces, ¿por qué no elegir la positiva? ¿Por qué aferrarse a la negativa? Porque, quizá, no se quiere realmente hacer el esfuerzo requerido para que uno se ayude; porque se carece de la fe en sí mismo y en el poder interior que se debiera tener, porque se tiene miedo de probar y fracasar una vez más. Tiene que empezar alguna vez si quiere ser algo más de lo que es ahora.

¿Está usted satisfecho consigo mismo tal como es en el momento presente?

¿Cree que el mundo le debe algo, que los demás deben ayudarle, que si usted sufre lo bastante se va a operar un cambio favorable?

¡No se engañe! No hay más que un camino para salir del atolladero, y usted tiene que seguirlo. Nadie puede empujarlo. Otros pueden mostrarle el camino, incorporarlo, e indicarle la dirección adecuada, pero usted es el que tiene que recorrerlo.

¡Lo haré, lo haré, lo haré!

¡Esta es la fórmula! "¡Lo haré!", pone vapor en sus calderas, disipa la inercia, pone en movimiento las perezosas células del cerebro y da nueva vida al cuerpo y a la mente.

"¡No puedo!", paraliza la iniciativa, el incentivo, el entusiasmo; evita que todo funcione, congestiona el cuerpo y la mente, y le quita todo el gusto a la vida.

INYÉCTESE VOLUNTAD POSITIVA

¡Adelante, amigo! ¿Qué quiere, una inyección de voluntad positiva o de voluntad negativa?

Esta es la decisión más importante que puede hacer. Todo su porvenir depende de ello.

La primera inyección le dará más felicidad, éxito y salud, de lo que puede imaginar.

La segunda inyección le dará la miseria, el fracaso y la mala salud.

¡Elija! ¡Eso es libre! ¡No cuesta nada! ¡Ambas operan en el momento en que se apela a ellas!

Es inconcebible que se acepte una inyección de voluntad negativa, pero podría hacerlo, si se tiene aún odio y resentimiento en la mente y en el corazón, si se tiene rencor contra el mundo y la sociedad, ¡y se quiere probar que no hay poder en la tierra o en el cielo que pueda salvarle a uno!

No es fácil de disipar una idea fija, pero la voluntad positiva puede hacerlo.

Si tiene la costumbre de disfrutar con lo malo este hábito se resistirá hasta el final. Hay que ser despiadado y duro consigo mismo, y con los pasados errores. No deje que la conmiseración se apodere de usted, ni ningún sentimiento de autodefensa. Si lo hace, la voluntad negativa lo seguirá dominando. Se opondrá a la positiva, siempre que pueda, porque sabe que lucha por su existencia.

¿Qué le parece? ¿Ha ingresado en las filas de la voluntad positiva? Si lo ha hecho, no vuelva la vista atrás. Delante de usted tiene un ancho camino, lleno de individuos triunfantes y alegres que han ingresado en las filas de la voluntad positiva, y están alcanzando objetivos que antes no habían soñado jamás.

Dígase ahora mismo: ¡Lo haré, lo haré, lo haré! ¿No le produce un algo interior? ¿No le levanta el espíritu, le da nuevas esperanzas, nuevas ambiciones, nueva determinación, nueva confianza en sí?

Diga: ¡Lo haré!, y créalo, ¡ y vencerá para siempre sus pasadas dificultades



💗







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada